SOBRE MI
¿POR QUÉ A MÍ?
Me llamo, el nombre no importa, lo que importa es lo que puedas sacar tu de esta historia real. Desde pequeño siempre me ha gustado destacar, ya sea de una manera o de otra, pero siempre para resaltar.
Pude elegir entre dos caminos, pero como he comentado antes mi camino ya estaba marcado y no era por el camino de un ciudadano normal que tiene una meta en su vida y planificado su futuro culminando con una familia. Mi camino era el otro, esa senda por donde van las cabras, sinuoso y lleno de barrancos a ambos lados donde el final es un enorme pozo que cuando caes en él no caes tú solo si no que arrastras a todos los que te quieren: tus padres, tus hermanos, tu familia, ya que los que tú llamas amigos, esos desaparecen como desapareció el dinero que tenía mi padre para una moto nueva, o aquel otro dinero que guardaba mi madre para pagar el préstamo de la casa que tanto le había costado conseguir, o la tarjeta de crédito de mi hermano recién ingresada su nómina en el banco, y yo mientras con la tarjeta vaciándole la cuenta. Con mi hermana más o menos lo mismo y, así, una tras otra. Qué decir de cómo se tomaron mis padres y mis hermanos lo que les robé, era como meterse en una jaula de leones, pero sin látigo y totalmente desnudo. Y claro, encima de todos los palos que me venían, yo todo chulo les pegaba la vuelta y salía por la puerta corriendo a refugiarme con mis “amigos” y como todos tanteaban con la droga, pues claro, cómo no, el machito del grupo, el primero para dar ejemplo. Muchas veces ha surgido esta pregunta en mi ¿y si hubiera elegido el otro camino?
A veces me encuentro con conocidos del colegio que han triunfado en la vida gracias a su esfuerzo y pienso “si yo hubiese tomado el buen camino seguro que también hubiera triunfado”, aunque también siendo sincero siento un poco de envidia.
Al fin y al cabo, yo soy una persona afortunada, ya que cuento con el apoyo de mi familia, siempre han estado ahí, en lo bueno y en lo malo. No comprendo cómo han podido aguantar tanto, yo ahora mismo me pongo en su lugar, y mi hijo me hace tantas barbaridades, como yo les he hecho a mis padres, y cojo y le digo: (macho, búscate la vida que a mí ya me la has complicado bastante).
Pero claro, muchas veces me pongo a pensar, qué será de esas personas que intentan salir de un problema tan complicado como: las drogas, el alcohol, la ludopatía, etc. sin apoyo familiar, esas personas sí que lo tienen mucho más complicado para salir de este infierno, y si lo llegan a lograr se merecen todo, en este mundo nuevo que les espera.
Hay un dicho que dice: “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”. Pero este refrán que no sirva como forma de excusarse uno, sino como experiencia para no volver a tropezar en aquella piedra. Lo mejor sería quitarla, y así evitar volver a tropezar, por eso hay otro refrán que dice: “más vale prevenir que curar”.
Ahora que lo veo tan claro, no quiero pensar en todo el tiempo que he perdido y el daño que he causado a mi familia, ya que volvería a hacerme daño a mí mismo, aunque es bueno recordar, de vez en cuando, los errores que hemos cometido a lo largo de nuestra vida para no volver a cometerlos, y recapacitar sobre el pasado para poder rectificar en un futuro.
¡Qué pena!, darnos cuenta de lo que tenemos, de lo que hemos perdido, del sufrimiento que hemos causado a nuestros familiares, a los que nos rodean e, incluso, a nosotros mismos cuando ya hemos tocado fondo.
¿Por qué a mí?, la respuesta es muy simple, porque elegí el camino más fácil, fui un cobarde que se refugió en las drogas para no afrontar la vida real.